Madalina Florea completó este sábado en los Alpes de Ledro su transformación en dos años de atleta de asfalto de un país periférico en el trail como Rumania a una de las mejores corredoras por montaña del mundo. Ganó la general de las Golden Trail World Series tras ser segunda en final, entre los lagos del Trentino italiano, domesticando un recorrido de 21 kilómetros con 1.600 metros de desnivel positivo. La guinda a un periplo lleno de altos y bajos, desde su imponente puesta en escena a días dramáticos como las lágrimas de su 43ª posición en la final del año pasado. Un sello más en el pasaporte de una mujer carismática, siempre dispuesta a un salto acrobático en meta, a una risa histriónica, a teñirse el pelo de un nuevo color. “Cuando tenga cien años, quiero recordar que viajé por todo el mundo. La verdad es que estoy aquí para crear recuerdos más que para ganar”. No dio opción a las españolas, la gran potencia, con tres mujeres en el top-6. Sara Alonso mantuvo la segunda plaza en la general, el cierre a su mejor año, relevando en el podio global a Malen Osa, cuarta tras su bronce en 2024, adelantada el último día por Lauren Gregory, la estadounidense que ganó la carrera y se postula para 2026.
